—Tú me amas —dije maravillada. La sensación de convicción y certeza me invadió de nuevo.
Aunque la ansiedad continuó presente en sus ojos, la sonrisa torcida que más me gustaba se extendió por su rostro.
—Con todo mi ser.
Aunque la ansiedad continuó presente en sus ojos, la sonrisa torcida que más me gustaba se extendió por su rostro.
—Con todo mi ser.
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